Septiembre 20, 2024

Muchas críticas ha generado la decisión de la Universidad Austral de no dejar ingresar a la locomoción pública al Campus Teja. Una decisión que va contra los estudiantes y los propios funcionarios.

Eduardo Ruíz Contardo, académico chileno exiliado en México, citaba una frase de Raúl Prebisch, primer director de la CEPAL de origen argentino, que sostenía que su país era la nación que más esfuerzos ha hecho para seguir siendo subdesarrollado. Sin importar si esa cita es verídica la analogía sirve para muchos contextos. Ahora se puede decir que el rector Hans Richter está haciendo esfuerzos para dilapidar el prestigio social de la Universidad Austral (UACh), después de los descalabros financieros ocurridos bajo la administración de Oscar Galindo, que lo llevaron a dejar su cargo y ser destituido, lo que mancilló la imagen de uno de los principales entes académicos del sur del país.

La prohibición que las micros puedan ingresar al campus Teja es otro esfuerzo por desprestigiar aún más a la UACh. La argumentación de esta medida es el cumplimiento del objetivo de lograr la neutralidad en carbono. Se entendería la decisión, sino no se dejaría ingresar a ningún vehículo, pero la prohibición solamente va para las micros. Algunos han comentado en redes sociales, que no es malo caminar un poco, lo que es correcto, pero sería mejor que todos pudieran caminar no solamente los estudiantes y funcionarios que no poseen vehículos, que son los que usan preferentemente la locomoción colectiva. Además de los riesgos de enfermedades por la lluvia y el frío siempre constantes en Valdivia.

Por eso, la disposición termina siendo una medida clasista, propia de personas que tal vez nunca han usado la locomoción publica o se olvidaron que alguna vez tuvieron menos recursos y tuvieron que andar en micro. Esto responde a un medio ambientalismo sin conciencia social, que termina siendo mera jardinería, como señalan algunos. Por eso, ninguna organización ambiental ha respaldado la medida del rector Richter.

Además, el comunicado que lanzó la UACh en defensa de la decisión expresa que son la única universidad de América Latina que deja ingresar micros a sus campus, lo que no es real. La UNAM, la principal y más prestigiosa universidad del continente tiene micros internas (además gratuitas); las micros ingresan a la Universidad Central de Venezuela y la Simón Bolívar del mismo país.

En este sentido, llama la atención la tozudez del rector Richter que sigue defendiendo una medida muy impopular, aunque la última información indica que se analizará el tema. Por el bien de toda la comunidad valdiviana e incluso sureña esperamos que los esfuerzos vayan en pos de que la Universidad siga irradiando su luz (como reza su himno), y no se convierta en una entidad que no refleje el universo de pensamientos, que de esas ya tenemos demasiadas.

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