En el último tiempo, el director de la Radio Bio Bio ha ido dejando su antigua veracidad, para sumarse a la campaña del terror contra Daniel Jadue, mintiendo descaradamente sobre las propuestas del precandidato comunista en temas comunicacionales.
Desde hace unos años cualquier observador de los medios de comunicación chilenos podría notar que la Radio Bio Bio, que nació con su rotulo de independiente y con una postura casi progresista, se ha pasado a la derecha. Se ve en la dureza contra el gobierno de la Nueva Mayoría versus la suavidad contra la actual administración de Sebastián Piñera.
En este sentido, su principal editorialista, Tomás Mosciatti, fue el símbolo de este viraje político. Con su léxico leguleyo y sus tirantes, imitación de Larry King, el mítico presentador de la CNN, este abogado, devenido en comunicador, analizaba la coyuntura política nacional. Pese a las discrepancias que muchos podían tener con él, todos lo respetaban por sus sagaces comentarios, siempre bien informados.
No obstante, de un tiempo a esta parte fue cayendo en errores impropios de su persona. Como cuando dijo que el Frente Popular y la Reforma Agraria fueron experimentos que se iniciaron en Chile, lo que no es cierto. Los primeros Frentes Populares surgieron en Francia y España, y las primeras Reformas Agrarias se dieron en México, Bolivia y Cuba.
Obviamente, le podemos perdonar a Mosciatti su desconocimiento histórico, pero lo que no se le puede perdonar a un comunicador de su relevancia es ser parte de una campaña de desinformación, en este caso contra la precandidatura de Daniel Jadue. En su última columna, el comunicador no sostiene una opinión bien argumentada, ni interpretaciones razonables, como era su estilo, sino mentiras alevosas contra las propuestas comunicativas del abanderado del Pacto Chile Digno.
Para el comentarista el planteamiento de Jadue sobre una Ley Orgánica de Comunicación (LOC) es un intento de controlar a los medios. “Habrá un burócrata, normalmente afín a un partido político, como son los burócratas, que establecerá cuando se es plural y objetivo: una especie de DINACOS, esa organización que tuvo el general Pinochet”, dijo el comunicador. Nótese, que se refiere al general Pinochet, no al dictador.
Pero lo importante acá, es que Jadue nunca ha planteado algo por el estilo. En la entrevista en Canal 13, que cita Mosciatti, habló de una Ley que aseguré pluralidad y objetividad. En su programa se profundiza en que la propuesta busca “establecer una política pública de creación y fomento de medios de comunicación; estableciendo garantías para la existencia de los tres sectores de la comunicación: medios públicos fortalecidos; privados con regulaciones en su estructura de propiedad y sociales o sin fines de lucro con apoyo público que les haga sustentables; así como el contexto digital (Jadue, 2021:101-102)”.
En el programa no se lee por ningún lado ese censor que imagina Mosciatti, ni tampoco se menciona cerrar concesiones. Es verdad que en la mencionada entrevista en Canal 13 dice que se puede implementar esta medida, aunque parte diciendo que no quieren cerrar medios.
Como dicta la norma de las campañas del terror en Chile, el director de la Bio Bio sacó el argumento de Venezuela, China y Ecuador. Este último país aparece mencionado en el programa de Jadue, como ejemplo de legislaciones que regulan las comunicaciones, no con la intención de imitar sus normativas. También apareció Canadá, pero, como era de esperarse, Mosciatti sólo habló de Ecuador. No hay que ser muy sagaz para entender que quería relacionar al precandidato comunista con el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa, muy cuestionado en su relación con los medios, y no con Justin Trudeau, uno de los gobernantes más respetados del mundo.
Por supuesto, queremos que Tomás MoscIatti y la Radio Bio Bio sigan gozando de la libertad de prensa, que tenemos todos. Solamente le pedimos que sean un poco más cuidadoso en sus comentarios, para que vuelva a aparecerse a Larry King y no a su caricatura, que es lo que, lamentablemente, se está convirtiendo en el último tiempo.
